En la parte más alta del municipio de Anguita, a 1.200 metros sobre el nivel del mar, se encuentra esta vivienda de marcado carácter rústico. Su sencillez constructiva, hizo que los propietarios fueran capaces de construirla con sus propias manos
Realizada con materiales del lugar para no competir con la cercana torre de la cigüeña -símbolo del lugar-, se desarrolla un programa focalizando las espectaculares vistas sobre el cañón y la vega del río Tajuña.
En el lado sur, se asoman a la parcela las habitaciones principales, quedando para el lado norte las zonas de servicio. La fuerte pendiente del terreno es aprovechada para que el cuerpo del garaje sirva para contener las tierras, dejando en su parte superior una zona plana aprovechable incluso para un pequeño huerto.
Gruesos muros de termoarcilla, recubiertos con piedra y aislantes de gran espesor, confieren a esta vivienda el aspecto de refugio, para soportar las bajas temperaturas que se registran en invierno en esta zona de la meseta castellana, convirtiéndola en un lugar ideal para aislarse de los ruidos de la gran ciudad.
